Jardins de la Francesa - Girona, Girona

Los Jardins de la Francesa son un hermoso y tranquilo jardín ubicado en la ciudad de Girona, España. Con dirección en Carrer del Bisbe Josep Cartañà, 4, 17004 Girona, España, este lugar es fácilmente accesible y ofrece estacionamiento para personas en silla de ruedas, lo que lo hace ideal para visitar en familia.

Este espacio verde es una de las principales atracciones turísticas de la zona y es conocido por su belleza y tranquilidad. Los Jardins de la Francesa ofrecen una gran variedad de flora y fauna, lo que lo convierte en un lugar perfecto para aquellos que buscan disfrutar de la naturaleza en el corazón de la ciudad.

La historia de los Jardins de la Francesa se remonta al siglo XIX, cuando fueron creados como parte de un proyecto de mejora de la ciudad. Desde entonces, han sido mantenidos y mejorados constantemente, lo que ha llevado a su reconocimiento como uno de los jardines más hermosos de España.

Además de su belleza, los Jardins de la Francesa también ofrecen una gran cantidad de comodidades para sus visitantes. Hay áreas de picnic, fuentes y estatuas, y un gran espacio abierto para jugar y correr. También hay un quiosco de bebidas y aperitivos, lo que lo hace perfecto para pasar un día completo en familia.

Según Google My Business, los Jardins de la Francesa tienen una opinión media de 4.6/5, basada en 76 valoraciones. Los visitantes elogian la belleza del lugar, su tranquilidad y la cantidad de opciones de entretenimiento que ofrece.

Opiniones de Jardins de la Francesa

José Julio Melgares

5/5

A espaldas de la Catedral de Santa María encontramos uno de los rincones con más encanto de la ciudad de Girona, los Jardines de la Francesa. Cuenta la leyenda que el arzobispo de Girona se enamoró de la francesa que vivía en la casa donde ahora se encuentran los jardines. El arzobispo la convidó a denar en su casa y su criada, celosa, preparó una butifarra con azúcar en lugar de sal. Sorprendentemente a la francesa le encantó. Desde entonces este plato dulce a pasado a tomar parte de la gastronomía local.

encarni Castilla Sanchez

4/5

Esta detrás de la catedral , es un pequeño jardín, pero muy acogedor. Desde aquí se inicia el camino a las murallas.

Juan Vicente “JuanVicenteViews”

3/5

Lugar tranquilo. Pero no un jardin. Será lo que queda de el. Le hace falta restaurarlo, mantenerlo, rescatarlo. #ayuda #uncariño

Javier Fernandez

5/5

Son pequeños pero muy bonitos y tienen unas vistas increíbles

Amelia Ugarte Z.

4/5

Pequeño jardín que ofrece unas vistas maravillosas de Girona y la parte trasera de la catedral. Un espacio tranquilo, poco concurrido, de mucha luz. No es un jardín especialmente cuidado, pero transporta a tiempos remotos e invita a quedarse para sentirlo.
Desde ahí se puede continuar recorriendo hacia los Jardins dels Alemanys, más grandes y con muchos rincones para perderse.

Santiago Roca

5/5

Juego de Tronos, sexta temporada, Arya Stark mendigando y deambulando ciega por las calles de Bravo.

Attique Hashmi

5/5

Los Jardines de la Francesa son un lugar con maravillosas vistas hacia las montañas del Canigó, en el prepirineo,  y el espectacular campanario románico de la catedral, conocido con el nombre de Carlomagno.

Mari Jose Moya

5/5

Es un pequeño rincón con encanto, un pequeño jardín que se encuentra detrás de la Catedral. Si cruzáis un arco que esta pegado a un lado de la catedral y seguís todo recto llegaréis a los Jardins de la Francesa.
Estos jardines dan paso al inicio de la Visita de la Muralla de Girona por este lado de la Ciudad.
Se llaman así porque lo que hoy son unos preciosos jardines, en la antigüedad fueron una casa dónde vivía una chica francesa. Cuenta la leyenda que el arzobispo se enamoró de la joven y un día la invitó a cenar. Quería servirle un plato típico de la zona, y de entre todos los platos, se decidió por una butifarra catalana. El arzobispo le pidió a su criada que le preparara la cena, pero a ésta no le gustó la idea, y en lugar de cocinarla con sal, lo hizo con azúcar. Lo más sorprendente de todo es que aunque al arzobispo no le gustó la comida, la joven quedó encantada con el plato.
Desde ese día podemos encontrar en Girona éstas butifarras dulces.